A mi hija por creer en mí y por el apoyo en el emprendimiento.
A mi esposa, por alentarme en los desafíos, aunque solicite siempre rever cada decisión, cuidarse al máximo. Me dijo así: “No avances si estás cansado”. Una madre es madre aún cuando no se lo proponga, y de todos los que están a su alcance.
A mis familiares los Soto, por el aliento y por facilitarme los mapas tan necesarios y útiles para organizar cada tramo del viaje. Por comunicarme con la buena gente de Salto, quienes me brindaron un apoyo incondicional tanto a la ida como a al vuelta. Gracias Julio, gracias Rosario. Gracias a los amigos de ellos que me hicieron sentir como uno más y me aceptaron en su mesa.
A mi familia de la Vuelta Fermosa que comprendió que la vida se hace en el camino, en el viaje y que, no soy más que un producto de una familia de aventureros, que a su manera, como Silvio Pablo –mi abuelo materno- recorrieron caminos antes que yo.
A la gente que encontré en el camino y que fui nombrando en el transcurso de este relato y que compartió conmigo sus historias, sus anécdotas, su sentir respecto a tantas cosas que no he podido dejar impreso en estas otras huellas de mis pensamientos, en estas “Líneas paralelas”.
Walter Rotela
¡Bienvenidos! En este blog encontrarán mis cuentos, relatos de viaje y otros formatos de comunicación, así también, enlaces para acceder a mis libros, blogs y sitios donde comparto archivos de audio y video. También hay materiales de otros autores. Mi nombre es Walter H. Rotela. Los invito a dejar sus huellas junto a las mías.
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Atte. Pedro Buda