Es importante esta celebración, esta recordación de los derechos de las mujeres en los distintos ámbitos en los que ejerce su actividad. Como el derecho al voto, al cual las mujeres accedieron en Uruguay el 3 de Julio de 1927, convirtiendo a Uruguay en el primer país latinoamericano donde las mujeres pudieron votar.
Cabe recalcar que por los derechos se sigue trabajando, porque no siempre se paga igual, en los mismos roles, a hombres y mujeres, aunque se trabaja en ello, de modo permanente. Pero el ser humano es un “ser complejo”. Porque cuánto tiempo pasó antes de ser reconocido el otro como igual, siempre hay un grupo dominante que no quiere dejar de ejercer su postura. Así no se reconoció al hombre de raza negra como igual, sino que fue tratado como esclavo, lo mismo a cualquiera que no fuera de la raza dominante en los distintos periodos de la historia de la humanidad. Aún hoy se luchan por estas reivindicaciones, estos no respetos de los derechos de cada uno. Y el respeto por el género femenino es uno más, no menos importante, por lo que se sigue luchando en nuestra sociedad.
Las mujeres contribuyeron siempre en las tareas para que la humanidad llegara a realizar todo aquello que logró. Desde mantener la economía familiar administrando, hasta estudiando y generando astronautas, ingenieras, presidentas, ministras, gobernantes en cada sector de las administraciones gubernamentales, es decir, ocupando roles que durante muchos años, sólo fueron ejercidos por el hombre. Hoy tenemos mujeres trabajando en áreas impensadas años atrás, y eso nos muestra el valor de cada persona, más allá de género.
Y no menos importante fue la actividad de las mujeres en las guerras, en las luchas de siempre. Tiempo atrás escribí unos cuentos vinculados a estas mujeres (Los pasos de jagüareté michí y otros cuentos). Mujeres que participaron en la Guerra del Chaco, que involucró a mujeres de Paraguay, por ejemplo. Y fueron muchas las mujeres que participaron, incluso disfrazadas de hombres, porque no les estaba permitido participar de la guerra como mujeres, entonces, debieron aparentar ser hombres y lo hicieron con valentía y con destacadas actuaciones. Y esa fue una de las tantas formas que las mujeres participaron en la historia de su país, pero no fue la única, pues trabajaron durante y después de la guerra para sacar adelante su país. Ante la escases de hombres, tras la guerra, fueron las mujeres quienes se pusieron la responsabilidad al hombro y lucharon por salir adelante. Un simple recuerdo y respeto por aquellas mujeres, entre las que estuvo, seguramente, mi abuela paterna (aunque poco supe de ella, y claro, entre las que estuvo de seguro, mi abuela materna, a quien conocí y vi, en su lucha por mantener a sus ocho hijos, con su trabajo, con su esfuerzo, con su valentía, en el día a día.
¡Feliz día de la mujer!
