sábado, 2 de noviembre de 2013

La puesta de sol

Sobre el fin de la tarde, en el principio de la noche, cielo y tierra acunan al dios sol.
Cuando las olas escriben y borran los signos y designios, los significados y significantes, los mortales terrestres buscamos capturar el instante mágico, del tiempo sin tiempo, del espacio sin espacio, en que sucumbe la luz tras la línea inasible.
Lo imposible se vuelve válido; el sueño realidad; la fantasía un hecho comprobable. En ese clic se disparan todos nuestros sueños y surgen formas impensadas, que tan pronto nacen, desfallecen como nuestros recuerdos oníricos al despertar.  
Una sucesión de segundos, minutos… apenas nada.
Todos declinamos, y por un instante, somos testigos y artífices, al mismo tiempo, del espectáculo cotidiano, siempre diferente, cíclico, repetitivo, aunque único cada vez: la puesta de sol.










viernes, 1 de noviembre de 2013

Estimado Lector

Montevideo, 1° de Noviembre de 2013.-
Estimado/a  lector,  seguidor/a:
Deseo agradecerte por tu presencia durante este tiempo acompañándome en el camino del ciberespacio donde voy dejando mis huellas.
 Por estas fechas voy cumpliendo un año más de presencia en la red y deseo festejarlo de algún modo. Se me ocurrió que una forma es compartir mi primer libro de cuentos contigo.  Para ello te dejo un enlace desde donde poder bajar el archivo en pdf:
 Sin otro motivo te saludo Atte.  y  agradezco nuevamente tu  presencia.
 Walter Hugo Rotela González
  (Pedro Buda)

                                                                                  

viernes, 25 de octubre de 2013

Cuento: TÚNEL AL OSARIO

Caminando por la rambla de Montevideo, un viejo conocido me contó una historia que, al principio me pareció increíble.  Esa tarde el sol brindaba su calidez y luz en su mayor esplendor, después de mucho tiempo de días nublados, típicos de invierno.
Mi amigo Rodrigo -de setenta y pico de años- y yo caminábamos de espalda al sol, que bajaba lento detrás de la inasible línea al final del día. A nuestra izquierda la rambla y el movimiento de los autos no invitaban a mirar, en tanto, que a la derecha, el río-mar, las gaviotas revoloteando y los surfistas tomando las pocas olas… sí.
Con lento andar llegamos hasta una zona por donde nunca antes habíamos pasado. Pero Rodrigo, a quien siempre me dirijo como “Don Rodrigo”, cosa que él corrige con tacto:
̶ Pero Marcos, por favor, no me llames “Don”, si bien soy un veterano, el “Don” está de más. Mucho tiempo hace que nos conocemos y… no da.  Yo soy Rodrigo, como tú Marcos. Y no se hable más. Ta.
̶ Está bien… Rodrigo –contesté, pero rato después se coló el “Don” nuevamente, pero se perdió entre el ruido de las olas.
Esa tarde, mientras pasábamos frente a lo que parecía una alcantarillado, que venía de debajo de la calle, Rodrigo la señaló.
 ̶ Ves esa entrada –dijo.
̶ Esa salida… dirá –le contesté. Es una alcantarilla.
̶ No. Te equivocas. Parece una alcantarilla, pero no lo es.
̶ Si lo dice así… Rodrigo. Le creo.
̶ No me creas. Te contaré qué es y… algún día, si te pinta, lo investigas.  De hacerlo, quizás, pero solo quizás, serás recompensado. Un tesoro, dentro de un viejo maletín de cuero, encerrado en una caja de metal está oculto en la pared, detrás de unos ladrillos puestos de canto, distinto a los otros, a la altura del  hombro izquierdo cuando ingresas por aquí, a los ciento tres pasos de esta entrada.
̶ ¿Investigar qué? –pregunté.
̶ Bueno. Eso que ves no es una alcantarilla. Es un túnel que conecta con el cementerio.
̶ ¿Con el cementerio? –pregunté incrédulo.
̶ Sí. Específicamente con el osario. Hay doscientos metros de túnel. Y según supe por un viejo camarada, de otros tiempos, de aquellos de militancia, de guerrilla, permanece intacto. Pero él… no sabe del tesoro.
̶ Pero… ¿un túnel para qué?, si se puede saber.
̶ Bueno… te diré. Hasta hoy, solo pocas personas conocieron de su existencia. Ni los militares que tienen hasta planos de los viejos túneles de la ciudad de los tiempos de la colonia saben de éste. Era una vía de escape. Aunque también sirvió para esconderse en días difíciles, en los tiempos de la guerrilla urbana. Esos parecen los túneles de las ratas que ves en la ruta de los accesos a la ciudad. Salen por todas partes de agujeros pequeños y desaparecen en otros, igualmente pequeños.
̶ Entiendo… pero conecta con un osario ¿no? ¿Para?
̶Bueno, en esos tiempos unos muchachos trabajaban en el cementerio y descubrieron que era factible construir un túnel. Pero llevaría tiempo hacerlo. Por ende diseñaron una estrategia interesante. Unos trabajarían de día y otros de noche. Como dos lo hacían de día, uno de ellos se pasó a la noche, con el argumento de que el de la noche estaba solo y temía que un susto le provocara un infarto. Así que uno se pasó a la noche y trabajaron mejor, sin nadie que mirara.
̶ ¿Y el osario… qué fin cumplió?

Don Rodrigo estaba confiándome lo que, por muchos años, había guardado como un secreto de guerra. Mucha agua había pasado desde aquellos días revueltos, de guerrilla, de lucha armada. Excavaciones se estaban realizando en los cuarteles a fin de descubrir los restos de personas enterradas clandestinamente.
Este túnel conectado al osario era algo más que un escondite en tiempos de guerra, algo más que una salida de escape. Adquiría otra significación en estos tiempos. Algo que aún no vislumbraba, ni por asomo.
̶ El osario –continuó Rodrigo- era un punto muerto, un sitio no frecuentado más que por un par de enterradores, que cada cierto tiempo echaban allí restos de los cajones muy antiguos, los olvidados por familiares o responsables, quizás ancianos que dejaban de pagar por el servicio.
̶ Era una vía de escape o de escondite, me dijiste, ¿no? Rodrigo.
̶ Sí, efectivamente. Nunca sospecharon de este lugar usado como escondite. Y tenía la posibilidad de salida por la playa, tanto como por el cementerio. Algunos camaradas desaparecieron en el cementerio una noche de lluvia o una oscura tarde de invierno, y aparecían aquí en la playa, horas o días después.
̶ ¿Sí?
̶ Pues sí. Teníamos provisiones para permanecer escondidos por días. Hay unas especies de catacumbas que nadie visita, las que no osan visitar ni siquiera los viejos funcionarios. Por eso fue perfecto, factible de utilizar como escondite.

Don Rodrigo, con la paciencia del hombre maduro, entrado en años, caminaba con andar seguro, firme, lento, mientras relataba viejas anécdotas relacionadas con el túnel al osario. Algunas historias me resultaron hasta risueñas, pero quizás no lo sintieron así los personajes, los protagonistas, los hombres y mujeres que recorrieron aquél túnel en esos tiempos revueltos.
Había algo en la mirada de Rodrigo, no sé qué exactamente, mezcla de nostalgia y cierta insatisfacción, quizás otras cosas. Lo cierto es que parecía que Don Rodrigo necesitaba contarle a alguien su versión de las cosas.
Seguimos caminando mientras con su mano izquierda peinaba sus blancos bigotes y fijaba la vista en un punto lejano del horizonte, en nuestro camino de vuelta. Quizás la misma playa se parecía a un túnel, pero al final se veía un tono rojizo sobre el agua, donde se adivinaba la partida del sol, más allá de la línea. 
Walter Rotela
Pedro Buda
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jueves, 17 de octubre de 2013

Crónica

Incendio en el Pensionado Hogar Madre Ana
Montevideo - Uruguay
17-10-2013

Pasada la media noche, sobre la una de la madrugada, se escucharon sirenas de Policías en la zona de Reducto, en inmediaciones de las avenidas Millán y Bulevar Artigas. Le siguieron sirenas de bomberos.
Como el sonido se detenía en un lugar demasiado cercano, salí a investigar qué pasaba, llevando conmigo la cámara de fotos, seguido por mi hija.
Afuera los brillantes colores del carro de bomberos y de los móviles policiales fue lo primero en llamarnos a la atención. Empezamos a sacar fotos. Pero al ver que se trataba del hogar de adultos mayores de la calle Enrique Martínez 1409 esquina Millán dejamos la cámara y nos pusimos a disposición de las personas afectadas por  el incendio. De eso se trataba, de un incendio,  no quedaban dudas. Muchos otros vecinos estaban presentes y más se sumaron con el paso de los minutos.

Los coches de policías se fueron sumando y los bomberos estaban haciendo su labor sacando ancianos en sus brazos. Una médico dirigía los operativos y evaluaba, una por una, a las personas que tenía a su alrededor. Sugería qué hacer con cada persona, cómo y adonde llevarla. Pero fueron saliendo en mayor cantidad, entonces se las acomodó sobre la acera, primero delante de la capilla y, poco a poco, en la de enfrente, y en el garaje techado de un vecino. Allí se extendieron colchones y se trasladaron los que parecían más afectados.
Lo que más se sentía era el olor del humo. Increíblemente, muchas de las personas, a pesar de haber salido del lugar en medio de la noche, y rodeados del humo, pronto recobraron el buen humor. Para ello, tantos los vecinos como los bomberos, se mostraron con sonrisas, con breves bromas que fueron sacándole las primeras sonrisas a las afligidas personas.
Se establecieron prioridades, se trasladaron a los que estaban en sillas de ruedas a un hogar que está por Millán, a la vuelta de la entrada a la capilla, distante unos cien metros.
El resto de las personas fueron trasladadas al interior de la capilla.
Dentro del templo se improvisó un enorme dormitorio y las personas fueron acomodadas allí tanto en colchones, como en sillas con respaldo. Cada persona que se hizo presente ayudó en algo, en colaboración con los oficiales, tanto de la Policía como Bomberos.  El personal médico que llegó en segunda instancia siguió colaborando y evaluando a las muchas personas del hogar.
 En principio  ninguna persona presentó un cuadro grave. Para evitar que se descompensaran todos recibieron algún abrigo.
Una de las acompañantes que trabaja en hogar presentaba cierta fatiga, pero tan pronto se recuperó estuvo al lado de cada una de las personas, llamándolas por su nombre y tranquilizándolas.
La noche no estaba tan fría y eso ayudó en mucho a que la situación no se viera agravada.
Los rostros de los adultos mayores, algunos con operaciones recientes, más allá de las circunstancias colaboró con una sonrisa. Algunos se quejaban un poco, pero nadie, nadie, más allá de un simple hay. Se mostraron muy valientes y querían saber qué había pasado, si volverían a su hogar. Cuando comenzaron a volver al lugar, se tranquilizaron y esperaron su turno comentando con otros residentes, con los vecinos. Ayudados por dos o más personas, volvieron a cruzar la calle, para ingresar a su lugar, aunque compartirían el espacio de la capilla, el resto de la noche.

Casi un par de horas después no quedaba nadie en las veredas y el barrio volvía a la tranquilidad de una noche de primavera. 
 Enrique Martínez esquina Guarino Fietcher 

 Camiones de bomberos
 Móviles de la Policía 
 Las primeras personas rescatadas 


lunes, 7 de octubre de 2013

Carta a cybernautas amigos y lectores

Estimados cibernautas, lectores:
 Revisando el material publicado en la Editorial Bubok, sus costos, como así también los valores comparativos de otros textos de colegas autores, es que decidí modificar los precios de los textos en formato pdf. Los mismos fueron cambiados para que puedan estar más al alcance de los interesados en leerlos, sin que ello signifique tener que pagar una cifra elevada sino más acorde.
Los precios de los libros impresos mantienen su valor puesto que se deben respetar los costos de producción.
Todo esto responde a un aprendizaje que estoy realizando en estas cuestiones.
Una vez hace tiempo comencé a escribir y hoy recorro el camino de compartir el material, y, para ello, el libro impreso es un formato posible. Pero también considero que escribir es un trabajo, y por tanto, es justo percibir alguna remuneración, así sea mínima.  
Algunos cuentos aparecen publicados en la red y pueden leerse de forma gratuita. Eso es una gran oportunidad para mí de llegar a ustedes con mis cuentos.
Agradezco, sinceramente, a cada una de las personas que compartió en las redes sociales o en Google los vínculos a la página de Bubok correspondiente, pues existe la posibilidad de comprar o bajar los libros en la Editorial Bubok de España, http://pebuwar.bubok.es/ ,  en la de Argentina http://pebuwar.bubok.com.ar/ o en la de México  http://pebuwar.bubok.com.mx/ .
Sin otro particular los saludo muy atentamente.
Walter Hugo Rotela González
                                                               (Pedro Buda)      



sábado, 28 de septiembre de 2013

¿Cómo publico mi libro en Uruguay?

Estoy pensando en voz alta o soñando despierto… Estoy buscando publicar - imprimir uno de mis libros en Uruguay y no sé cómo hacer. Por un lado deseo publicar e imprimir el que será mi primer libro de investigación periodística, un texto con notas, con información de varias fuentes más un número pequeño de extensas entrevistas sobre un club deportivo.
   El texto completo tiene una extensión de 111 páginas, donde lo más rico son las entrevistas, porque son los propios protagonistas quienes cuentan su paso por el club y entretanto van dando forma a lo que llamo Historias del club. Donde las voces de los distintos actores se articulan para crear el relato, la narración de la historia del club. Entiéndase su fundación, sus primeros pasos hasta la fusión de dos clubes que, en su momento, para sobrevivir o para no desvanecerse unieron fuerzas y conformaron una sola institución que tiene, gracias a ese esfuerzo, la gran oportunidad de seguir creciendo y haciéndose más y más grande, siendo como lo definen algunos entrevistados, un club de barrio. Y donde sus jugadores, en las distintas categorías, y la gente toda, lucha el día a día, en cada partido por seguir allí, por crecer y compartir, que es lo que más valoran los distintos entrevistados.
   La idea es conocer las posibilidades que puedo tener en Uruguay de realizar esto que, de momento, es solo un sueño. Es un texto que llevó un par de años de trabajo de investigación, entrevistas y armado de un todo coherente que sea una forma de mostrar un poco más que estadísticas, un poco más que resultados deportivos, un poco más que anécdotas aisladas, aunque todo ello esté presente de un modo u otro.
   Creo, estoy seguro, que las realidades, las concreciones empiezan con un sueño, con un deseo profundo de algo. Por ello sueño con todas mis fuerzas y busco que llegue el día de ver publicado e impreso el texto, que es de mi producción, pero que pudo ser gracias a la colaboración – y paciencia- de cada uno de los entrevistados, de cada uno de los integrantes de la Comisión que dieron el visto bueno o los nombres de personas que brindaran las informaciones necesarias y  el apoyo para que emprendiera y siguiera en este proyecto.

   Si alguien tiene un dato, una información, una sugerencia bienvenido sea.       Una persona querida me dijo una vez: “Si necesitas algo, no temas pedir ayuda”. Pues entonces, amigo lector, cibernauta, por ello me dirijo a ti y te cuento mis inquietudes. Porque descubrí que más allá de fronteras hay muchas personas con buenas intenciones, con ganas, con ánimo de colaborar, criticar, dejar sus impresiones, sus consejos. Lo sé, pues desde que publico aquí y en distintos sitios mis ficciones he recibido el apoyo de muchos contactos del ciberespacio. Desde ya: Gracias. 


miércoles, 4 de septiembre de 2013

Mis inicios en la Comunicación Digital

En Noviembre de 2008 comencé a publicar en el sitio Huellas de Pedro Buda - el formoseño. Todo empezó como una forma de aprender sobre un medio nuevo para mí como para otros, como una escusa para mostrar mis cuentos, para dar a conocer mi producción como escritor. Algo que solo era un sueño adquiría en el sitio una forma muy agradable, con un potencial interesante, como un desafío importante, pero que creía valioso.
Una de las posibilidades que me brindó publicar en el blog fue el concepto de audio libro, que de momento como ejemplo íntegramente elaborado por mí es el audio libro “El café de Gurbindo”, presentado en un concurso de cuentos organizado por “Café Iguaçú” y  la revista “Cultural” del diario El País. En el mismo sitio exhibo material fotográfico propio que es parte de fotoreportajes, o sirve para ilustrar algunos cuentos. En otros casos los archivos fotográficos son materiales que ilustran algunos relatos de viaje.

En Noviembre de 2010 inicié el sitio Huellas de Pedro Buda - Comunicador para mostrar el material producido como estudiante de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación y otras realizaciones independientes que veían la luz allí en el sitio.
Trabajar en el nuevo sitio fue la forma de motivarme a realizar investigaciones periodísticas y practicar lo aprendido en la carrera. Producto de esa misma idea fueron tres reportajes. Uno de ellos está muy cerca de ver la luz en formato libro, sea impreso en papel o como libro digital (e-book). Pude practicar las técnicas de entrevistas en profundidad, entrevista de personalidad, realización de notas. Y gracias a la posibilidad que brindan algunas plataformas algunas entrevistas pueden escucharse en su versión en audio.  

En mayo de 2012 di los primeros pasos en el sitio Río de los Pájaros. Es una co creación con Omar Alvarez que pretende ser un punto desde donde mostrar imágenes de aves, al tiempo que brindar alguna información sobre las mismas.
En este espacio buscamos acercar información sobre sitios que trabajan el tema de la distribución de distintas especies de aves en Uruguay como en Sudamérica. Las clasificaciones, los lugares de avistamientos, hábitos y, poco a poco, más cosas.

Hoy por hoy, en el 2013, algunos de mis cuentos y libros son promocionados en distintos sitios Webs, cuyos responsables tienen a bien hacerlo gratuitamente.
Los cuentos pueden leerse además en redes sociales para escritores o sitios dedicados a la difusión de material de escritores noveles y de escritores con reconocimiento mundial.  Participo en ellos solo en calidad de miembro de dichas comunidades.  Un caso especial es el sitio La Pluma Afilada donde el periodista Antonio Gallardo me ofreció la posibilidad de tener mi propia sección donde publicar algunos de mis cuentos. Dicha sección se denomina “Huellas de Pedro”.
También como parte de esta experiencia de comunicación digital participo en mis sitios:   http://pebuwar.bubok.es/ , http://pebuwar.bubok.com.ar/ y http://pebuwar.bubok.com.mx/ brindado a los autores por la Editorial Bubok. En ellos actualizo alguna información sobre mis actividades como autor. 



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