Rock and roll es lo que le hace falta a mi vida…. Mucho rock para
sentir que estoy vivo.
Había olvidado mis fuentes de energía del pasado y mis ganas aparecían
derrotadas tras mil cosas, de la rutina que destruye. Siento que buscando en
las viejas fuentes puedo volver, volver a sentir que estoy vivo.
Las ganas, como dije hace unos días, están ahí. Lo que
pasa es que me olvido de las fuentes, de mí, de mi ser interior que está pronto
por aflorar cuando lo llame y lo deje salir.
Suena el bajo y la batería y es como resurgir de lo más
profundo de ese interior lejano.
Viva el rock and roll que es revolución, revolución.
Y revolución siento en mí cuando escucho esa música, esta mi música que conozco
desde el lejano tiempo de mi adolescencia.
Sale… sale ese ser que está vivo, aunque dormido,
dentro de mí. Y ahí viene más rock and roll. AC DC estás en mi sangre fluyendo
como el combustible que necesito para salir a buscar… ¿Buscar? Sí, buscar mi
destino, mi lugar en el mundo.
La música tiene ese elemento necesario para sacarme
de la derrota, de la destrucción, de la apatía de una vida monótona y derruida.
Busco la fuerza que está en mí para salir a correr y
encontrar, en dos pasos, eso que necesito para seguir andando. Eso que necesito
se llama fuentes nuevas o viejas de elementos imperiosos para subsistir.
Con el tiempo olvidé recurrir a mis viejas fuentes
de energía vital y por ello es que fueron cayendo mis reservas de energía.
Una guitarra se enciende y mis neuronas se activan,
casi como por encanto. La energía fluye de los parlantes a mi piel, de la piel
se distribuye por todo mi organismo. Vibro…
rock and roll…
Juego, trabajo, vida, sentimientos, música y más
movimiento es de lo que se trata vivir, escribir…
“Chase… chase” suena en mi cabeza y digo: sigue, sigue… la guitarra deja su
sonido escapar y vuela a mis oídos, a mi alma y… se transforma en energía que
va cargando mis viejas baterías.
Por
fin descubro que siempre estuvo en mí lo que buscaba… Dentro de mí vive esa
música que necesito para ser quien soy.
Por
media hora vivo y me recargo con lo vital de una música, de una expresión del
alma, del cuerpo que, quiere seguir vivo.
Más
allá de lo que digan, necesito ser yo o me muero. Y ser yo significa escuchar
la música, las diferentes forma musicales que me gustan para no caer en la monotonía
de ver el informativo, de ver la televisión y morir cuando se termina la
programación.
Ser yo significa seguir escribiendo, seguir
escuchando música y seguir trabajando en lo que me gusta, buscar trabajar en lo
que me gusta antes de que caiga muerto por un paro cardíaco fulminante.
Buscando las energías para seguir me encontré a mí
mismo, a mi ser interior, el que siempre estuvo ahí. Fue tan fácil como
encender el audio, como mirar dentro de un espejo de agua, como respirar. Ahora
sigo… buscando… pero con nuevas o siempre renovadas fuerzas.
A veces olvido buscar donde realmente debo buscar.
Sí… ahí, en mi interior. Y aunque algunos digan lo contrario también encuentro
al creador allí, pues vive en nosotros, eso solemos decir. Pero no le damos
corte cuando nos habla. Y si la música es el camino, qué importa si es Beethoven,
Chopin, Charly García, Chico Buarque o
AC DC.
Y por si quedaban dudas, alguien habló y dijo: “La
base de datos ha sido actualizada…” Creo que si entendí bien, eso quiere decir
que puedo seguir andando.
Quizás se trate de: "Ser o no ser" como lo escribió William Shakespeare.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Estimado navegante:
Gracias por tu visita y comentario. Si te gustó lo que encontraste, puedes compartirlo.
Atte. Pedro Buda