Cuento: Fotografías

La tarde en la azotea estaba hermosa y mi esposa me llamó para registrar ese atardecer tan parecido a un fuego. Los colores estaban increíbles, invitaba a tomar el mate disfrutando la vista. Me pareció buena idea y tras mirar un poco bajé a buscar la cámara de fotos.

Comencé a buscar el encuadre que más me gustara, el objeto más importante dentro de lo reducido de nuestras posibilidades de visión en la azotea. Una antena con el fondo nubes era lo más interesante y busqué los distintos ángulos y velocidades de obturación para encontrar esa imagen interesante. Aumentar la apertura del diafragma o reducirla, según… Seguí en ese juego de obtener imágenes y disfruté con ello un buen rato, hasta que no quedaron rastros del atardecer, tras la puesta del sol.

Dejé la máquina a un lado y disfrutamos de las plantas y sus aromas en esa porción de naturaleza que mi esposa creó en lo alto de nuestro apartamento.

Guardé la cámara y días después me acordé de las imágenes registradas y las bajé a la PC. Fui mirando una a una y en una vista de pantalla completa. Una a una, fueron pasando las imágenes hasta que llegaron dos… que no pude creer. Me froté los ojos y estaban allí… miré con atención y no di crédito a lo que había registrado la cámara y de lo cual no me percaté al registrarlas.  

̶  ¡María… ven!  ¿Tú ves lo mismo que yo? –pregunté.

̶  Haber… son las fotos del atardecer…

̶  Sí… pero mira estas…

̶  ¡No… ¡ ¿qué es eso? –exclamó.

̶  La verdad, no lo sé. Pero no estaba allí cuando hice las tomas. Al menos no lo recuerdo. Lo hubiese comentado… ¿no te parece?

̶  Supongo… Pero es un destello en esta y esta nube…

̶  Nos estaban fotografiando con flash desde un avión o…

̶ ¿O qué? No embromes no se ve avión alguno. No es posible, pero puede ser. El sol ahí te complica ver, sin embargo, estaba casi oculto y las nubes estaban preciosas. Si ocurrió algo como un destello fue cosa de un instante muy breve, porque no recuerdo haber visto nada parecido ese día. No, seguro no vi esto.

̶ Es  extraño ¿no lo crees?

̶ Vaya que sí… Si te lo cuentan decís: “Dejate de embromar…” Pero estas fotos…  te muestran algo que incluso es de no creer, sin embargo, ahí están…

̶  Mirá hace tiempo que existen informes de la presencia de naves en nuestro planeta no tripuladas por humanos, pero nos negamos a creer. Los países más avanzados en investigación guardan demasiados secretos, y quizás tanta ficción nos induce a creer que todo es mentira, que no existe cosa alguna fuera de esta tierra.  

̶  Hay demasiado que no sabemos… ¿Y qué harás con estas imágenes?

̶ No lo sé… Guardarlas en un disco o DVD. No lo voy a dejar en la máquina, hay demasiados piratas informáticos, demasiada inteligencia y contrainteligencia. Los medios te cuentan cada rato de los espionajes a las grandes corporaciones, a las compañías, a los Estados y a los ciudadanos comunes. Te imaginas que vean estas fotos y luego nos encontramos con que unos tipos allanaron nuestro apartamentito y todo por unas fotos…

̶ Te estás volviendo paranoico…

̶ ¿Te parece? Hace poco alguien comentó sobre un avión que aterrizaba en una zona de campos y al tipo lo desaparecieron.

̶ ¿Por?

̶ No sé… pero después se supo que una pista de aterrizaje existía a pocos kilómetros de donde el tipo estaba. Era una pista de unos narcos, los que estaban involucrados con altos funcionarios. En las noches veía luces que bajaban poco más allá de donde el hombre vivía, en una zona un tanto alejada de campo. Entonces… ¿Cómo mostrar estas imágenes que involucran quién sabe qué cosas?

̶  Creo que son extrañas pero no podemos dejar de mostrarlas… alguien puede darnos una explicación de lo que estamos viendo. Podríamos contribuir con algo interesante al conocimiento humano.

̶ Mirando atentamente son como señales o como una suerte de comunicación entre esa nube de arriba y la otra ¿no crees?

̶ Sí, sí…. Quizás no contaron que alguien pudiera darse cuenta.

̶ De hecho no nos dimos cuenta. De no ser por las fotos no hubiésemos  reparado en algo extraño en esa tarde. Sólo quisimos hacer unas fotografías de la tardecita con esas nubes tan interesantes.

Walter Rotela