domingo, 19 de junio de 2022

Recordar

 

 

Hay quienes dicen que vivimos o continuamos aquí en el recuerdo de las personas una vez que partimos, una vez que nuestros cuerpos materiales dejan de latir. Y quizás sea cierto… Cuando recordamos, cuando sentimos momentos compartidos con nuestros seres queridos que ya no están aquí, los tenemos al lado, los tenemos en nosotros, de una u otra forma.

Hay quienes prefieren recordar a sus seres queridos en esa fechas de sus partidas… A mí no. Creo que cualquier momento es bueno. Y siempre sabemos que están porque el recuerdo los trae, y el recuerdo sucede casi por azar, mientras caminas, al oler una fragancia determinada, cuando sale el sol y descubres similitudes con un tiempo que fue, pero que persiste en ese recuerdo que tienes, que, seguramente no es el mismo que ayer, que trae al presente aspectos de una persona, aspectos de un tiempo y una situación, pero no es lo que exactamente fue, porque - creo - le vamos dando forma a nuestros recuerdos en la medida que volvemos a recordar.

A mi me gusta escribir, y al escribir, muchas veces recuerdo situaciones y le doy formas y circunstancias a personas para crear una historia. En esas historias viven personajes, que emulan a esas personas que ya no están. No digo que siempre sea así, sino que puede darse esa circunstancia, y cuando es así, recuerdo, hago ese ejercicio de recordar a aquellos cuyos corazones ya no laten, ya no llevan sangre a sus articulaciones, pero seguramente viven sobre esa página en blanco una nueva oportunidad. Y vivir toma así la forma de recuerdo.

Recordar quizás sea la forma de permanecer, de permitir permanecer a los que se fueron antes. Creo que muchas veces, tenemos conexiones con otras personas que no terminan cuando parten físicamente… ¿O sí?

Recordar es ese tiempo que nos permite “reiterar”/ “Revivir” experiencias pasadas, en las que quizás, vivimos experiencias fuertes, importantes, que nos marcaron. Recordar quizás escuchando esa misma música que nos encontró compartiendo un mate, una charla, una sonrisa, un fuerte abrazo que no termina…

¿Cuándo morimos? ¿Partir hacia otro lugar del planeta es morir? ¿No vernos más es una forma de morir? Son sólo preguntas… Y me interesa sólo creer que recordar es una forma interesante de seguir charlando, conversando en noches interminables, con música de por medio, con un mate amargo, un vaso de vino o frente a un monitor que simula la página en blanco, como hilo conductor de señales que nos permiten estar en comunicación, más allá de las experiencias sensibles, más allá de las experiencias sensoriales, más acá de lo que solemos imaginar.

Recordar... es estar en comunicación.

19 de junio de 2022

Pedro Buda



lunes, 30 de mayo de 2022

Certificado de Participación

Comparto imagen del certificado otorgado por la participación en XVI edición de *La poesía en acción universal por la paz* y *Palabra en el mundo* del *Proyecto Cultural Sur*, que ha invitado a participar a la *Biblioteca Popular Tota Quinteros*, y se convoca a *Leer por la paz* con el fin de difundir la cultura, comunicación y encuentros, recordando la importancia y el valor de la lectura y de las Bibliotecas populares. (Información extraída del muro de Lucy Díaz).

No pude acercarme a la lectura en vivo que se desarrolló en Biblioteca Popular Tota Quinteros -Av. Lomas de Solymar (ex Doroteo García Lagos) y Transversal a dos cuadras de Av. Giannatasio, km 25, lado sur- por motivos personales, sin embargo, los videos e imágenes compartidos en redes sociales nos permiten disfrutar, al menos en parte, la experiencia vivida este fin de semana.

Aprovecho la oportunidad para agradecer a Lucy Díaz Tauber y al equipo que trabaja en la Biblioteca Popular Tota Quinteros por este certificado y por esa destacada labor que desarrollan en dicho lugar.

Me interesa rescatar la importante labor que se desarrolla en las bibliotecas populares, de las bibliotecas en general, en especial las públicas, que nos permiten llegar a textos que de otro modo sería bastante difícil. De hecho pude, por años acceder a leer gracias a estas bibliotecas, al trabajo de personas apasionadas, comprometidas con los libros, con la lectura, con la difusión de materiales escritos. A muchísimo material pude acceder gracias a la consulta en estos lugares, y siempre, debo reconocerlo, tuve muy buena atención y asesoramiento. 





domingo, 29 de mayo de 2022

Participación en la 16ª edición de La poesía en acción universal por la paz, Palabra en el mundo del Proyecto Cultural Sur.

 Convoca a Leer por la paz, La Biblioteca Popular Tota Quinteros, de Lomas de Solymar, 

Ciudad de la costa, Canelones, Uruguay.

Comparto algunos videos subidos hasta la fecha en el muro de Facebook del Proyecto Cultural Sur y en el muro de la escritora Lucy Díaz Tauber vinculados a la 16° edición de la poesía en acción universal por la paz, Palabra en el mundo del Proyecto Cultural Sur. 

Aprovecho la oportunidad para agradecer a la escritora Lucy Díaz por la invitación. 

*Agregaré otros videos en la medida que los sigan subiendo a los respectivos muros, antes mencionados. 

Muro en Facebook de Proyecto Cultural Sur

Muro en Facebook de Lucy Díaz Tauber

  


 



  

sábado, 28 de mayo de 2022

Malevo


Malevo es un cuento que escribí hace tiempo y creé una versión en audio que ahora lo comparto en iVoox. Días atrás compartí un video, a partir del mismo audio, para un evento que generó gente de otro país, al que fui invitado por una escritora uruguaya. Y aprovecho, entonces, ese audio para subir al Pódcast Audiolibros, de mi canal Radio de Huellas de Pedro Buda II


domingo, 17 de abril de 2022

Silencios de Guerra y otros cuentos…

 

Captura de pantalla de la revista Nudo Gordiano publicada en Issuu


Silencios de Guerra es uno de los cuatro cuentos que conforman el libro titulado “Los pasos de Jaguareté michí y otros cuentos” que se publicó en Editorial Bubok en 2020. Me parece relevante compartir la introducción que escribí para ese libro y por ello lo dejo más abajo.

Recientemente, tuve el privilegio de que el cuento «Silencios de Guerra» fuera publicado en la revista NUDO GORDIANO, en su número 23, correspondiente a marzo- abril de 2022. Aparece en la pp. 12. Y comenté sobre ello en mi otro blog Universo creativo de Pedro Buda. Mi gratitud a quienes llevan adelante la revista, pues además de permitirnos llegar a sus lectores realizan una cuidada edición de la revista.

Escribir para mí es más que un pasatiempo, implica cierto trabajo, o mucho, en realidad. Desde que se me ocurre escribir algo hasta escribirlo en la página en blanco del papel o del monitor puede pasar tiempo. Y luego vienen correcciones y ver qué queda. Cada vez trato de pulir más mis textos, a fin de presentar algo más acabado al lector, nuestro cómplice en esta tarea de compartir historias, relatos.

Entre la instancia de escribir y publicar hay un camino, un espacio, un tiempo, un conjunto de detalles interesantes donde el trabajo primero puede variar, mutar, o desaparecer. Pero existe un proceso muy interesante que cada cual lo vive a su manera.

Con algunos escritores con quienes mantuve entrevistas y con otros con quienes buscamos dialogar a menudo - aprendiendo en esa instancia - estamos de acuerdo en que es interesante esto que hacemos. Lo es en principio para nosotros, pero si a alguien más le llegan esas palabras y le significan algo, si le aportan algo… Pues se vuelve una experiencia aún más gratificante.

Hay autores que perciben remuneración por sus trabajos, otros no; algunos son muy conocidos por sus obras, otros no; pero les une eso común: dejar sus impresiones sobre una página, decir algo que sienten, mostrar eso que ven, dialogar con su presente o con el pasado, o con lo que imaginan es eso, que llamamos vida.

Silencios de Guerra - como los otros cuentos de este libro - fue escrito de un tirón. Pero el tema estaba presente desde hacía mucho en mí. Las circunstancias, las más de las veces, permiten que la imaginación discurra por un lugar y caminan así los relatos, lentos o vertiginosos. Y desde que vi la posibilidad, gracias a una escritora mexicana, de escribir varios textos sobre un mismo tema, lo incorporé a mi manera de escribir. Aunque no siempre se dé, de ese modo.

Este conjunto de cuentos que conforman el libro, antes mencionado, es muy importante para mí, y ver que los textos inician sus caminos me resulta muy satisfactorio. Digo esto porque los cuentos se están leyendo en distintos sitios o portales de Internet, aunque el libro tuvo pocas descargas, apenas cuatro. Sin embargo, en el sitio Tus Relatos, el primer cuento del libro “Los pasos de Jaguareté michí” tuvo 1.750 lecturas. Y cada tanto publico en otros sitios, como por ejemplo en Opulix, donde este mismo cuento tuvo 244 lecturas.

Gracias amable lector por acercarte a este blog y leer estos comentarios que surgen a propósito de la publicación de uno de mis cuentos en la revista Nudo Gordiano.

Tal como lo expresé más arriba, comparto la introducción que escribí para el libro “Los pasos de Jaguareté michí y otros cuentos”.





INTRODUCCIÓN


Con un párrafo del cuento “Los pasos de jaguareté michí” daré comienzo a esta breve introducción, que reproduce lo que relata el personaje Dionisia: «Así como la tierra cambia su color, después de que cruzas el río, así muta la vegetación, y también así, cambió la gente cuando en esa época de la guerra, cruzamos el río dirigiéndonos al encuentro del enemigo»

Estos cuatro cuentos cortos que conforman este libro intentar ser un homenaje a la gente que luchó en la Guerra del Chaco como soldados que sirvieron al Paraguay. Entre estas personas hubo mujeres que debieron ocultar su condición de mujeres para poder participar, para poder estar al lado de sus hermanos o maridos, para hacer algo en medio de esa contienda en la que se vieron involucradas.

A mis oídos llegaron sólo algunas anécdotas de mis mayores, y no porque no tuvieran nada que contar, sino porque el dolor era muy grande para compartirlos, sin desmoronarse en el intento. Y por otro lado porque algunas cosas al ser muy recientes o cercanas duelen de un modo que sólo el tiempo ayuda a mejorar. Lo cierto es que muchas de esas personas fueron olvidadas, como suele suceder a quienes combaten en una guerra. A veces, no olvidadas, sino que dejadas a un lado. Y muchos quedaron aferrados a sus recuerdos queriendo contar y sin tener interlocutores ávidos de saber de fuentes de primera.

Cuesta conocer las historias de mano de sus protagonistas. Más cuando te separa una o dos generaciones. Por otro lado, cuando descubres que es un tema interesante te das cuenta de que a quienes pudiste preguntar ya no están contigo, pues la vejez o la muerte los retiró del juego. Y no puedes preguntar. Entonces, trazas con la imaginación un esbozo de lo que pudo ser. Y sólo eso busca este grupo de cuatro cuentos.

Como es costumbre firmo estos relatos con mi seudónimo Pedro Buda.

Los relatos fueron escritos durante el año 2019. No se publicaron antes en ningún sitio o blog. Aparecen por primera vez en formato libro en Editorial Bubok.

Walter H. Rotela G.

Montevideo, Uruguay 2019




sábado, 26 de febrero de 2022

Mis cuentos en Revista Literaria Trinando

  Con mucho placer comparto que algunos de mis cuentos fueron publicados en la Revista Literaria TRINANDO, número 36, de Febrero de 2022,  la cual tiene como director fundador al escritor Mario Bermúdez y que con un equipo de escritores colaboradores de varios países llevan adelante este emprendimiento de difusión de trabajos literarios, escritos de autores de habla hispana. 

Aprovecho la oportunidad para agradecer al señor Mario Bermúdez por su dedicación y lo mismo a los colaboradores. Al tiempo que invito a los lectores a visitar el sitio, pues muy buenos textos de escritores de diversas partes pueden encontrarse allí. 











jueves, 3 de febrero de 2022

30 años de mi llegada al río de los pájaros

 

Imágenes capturadas en el andar por estas tierras "al sur del sur" (como dice el cantautor uruguayo  J. Drexler)


Este 5 de febrero de 2021 se cumplen 30 años de mi llegada a este país llamado Uruguay, río de los pájaros o río de los caracoles. Y no es poca cosa para mi. Representa más de la mitad de mi vida viviendo en este suelo, que supo recibirme.

Con estas palabras, con este texto sobre la página en blanco quiero rendir homenaje a quienes me recibieron y a quienes me brindaron su apoyo en este tiempo.

Mis familiares, mis tíos y mi primo, y luego a esa gente que me dio un trabajo, apoyo incondicional, un consejo, una mano siempre. Mis tíos ya no están en este suelo, pero habitan en mis recuerdos, en mi memoria, en cada día. Y siempre les estaré agradecido por brindarme su apoyo, sus palabras, su generosidad. A mi primo, que siempre estuvo ahí, mi reconocimiento especial, a su modo, con su palabra justa, siempre estuvo en todos estos años. Gracias.

No fue fácil empezar a caminar en nuevas tierras, pero encontré gente a la que me sumé en su andar y juntos fuimos dejando huellas en el camino que fue surgiendo con el tiempo. Y hay muchas personas a quienes debería nombrar, pero no hace falta, porque sé que conocen mi agradecimiento. Sin embargo, vale recordar algunas cosas.

En ese caminar por tierras uruguayas encontré a quien me mostrara sus paisajes, a quien me hiciera, de un modo u otro, hacerme sentir parte de ella. No sólo sus paisajes, sino su gente fui conociendo de la mano de estas personas generosas. Y fui creciendo, y en el paso de los años se sumaron historias, vivencias, fuertes lazos que perdurran en el tiempo. Algunas personas no están hoy, es cierto, pero representan parte de mi vida. Algunas estuvieron ahí, a mi lado, cuando los necesité, o cuando era tiempo de compartir alegrías, como cuando me casé con quien es la madre de mi hija, o cuando nació esta hija de estas tierras uruguayas. Otros forman parte de mi vida en tiempos de estudios universitarios, compañeros, amigos, gente con quien crecimos en las aulas, en los debates, en las charlas infinitas, en la producción de trabajos de grado… Cuántas anécdotas que siempre recuerdo. Y hay con quien salí a recorrer el país con cámara en mano para retener sus senderos, sus serranías, arroyos y caminitos de balastro o de tierra. Con quienes rescaté las voces, los recuerdos para incluirlos en cuentos, que hoy vuelan libres por la red.

Hubo y hay gente que conocí en las aulas de los primeros estudios que realicé, y que por cierto, aún están aquí, a mi lado, de un modo u otro. Los recuerdo con gran afecto.

Y están esas personas que conocí en las charlas, en las rutinas del día a día, con quienes caminé escuchando sus vivencias, sus historias, sus consejos. Muchas no están hoy, pero forman parte de mi vida, y lo que sembraron en mí, aquí está creciendo. También hoy quiero recordarlas, y agradecerles. Compartimos un mate, un té, unas galletitas o helado hecho en casa, esas cosas que no se olvidan, como sus historias, que en tardes interminables con un té de por medio, supieron narrar.

Muchas otras personas han estado a mi lado en el camino recorrido hasta aquí, son muchas, muchas y por eso creo, necesito, agradecerles, sin nombrarlos, pero sí, recordarlos, están en mí, en cada paso dado.

Vivir no es fácil, no lo es. Vivir en la propia tierra no es tarea fácil, pero hacerlo en otras tierras, donde todo se debe recomenzar, es una tarea aún más compleja, o no. ¿Quién sabe? Pero vale recorrer, animarse, darse la oportunidad. Hoy, conozco a nuevas personas, ellas han trillado ese camino que antes hice yo, y viven, más o menos, las mismas cuestiones que me tocaron a mí, en eso de aprender el ritmo propio, de este pueblo, de esta tierra, de esta ciudad puerto, de este país con sierras y mar, de cerros chatos y lagunas.

Y aunque no los mencionaré por sus nombres, también a mis padres, a mi hermana, que aunque los traigo al final, no son menos importante, porque fueron mi apoyo, mi sostén en tantos años. Mi brindaron la libertad de elegir, de hacer, de seguir mi destino, de hacer mi camino. Mi más profundo agradecimiento por creer en mí. Creo eso es lo que uno puede brindar a sus hijos, el apoyo, el creer en ellos, porque si sigues tus sueños, tus proyectos, seguramente, llegarás a buen puerto.


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